Hace mucho tiempo en la inhóspita blogosfera una panda de frikis creó Sospechosos Habituales. Desde aquel fatídico día nadie está libre de sospecha. No trates de disimular, si vienes mucho por aquí tu también serás un... Sospechoso Habitual
FON
Pues bien, no todo el mundo lo ve tan claro y como muestra un botón del artículo de Despacho 101 sobre FON, GarraFON:
Pues a mí esto del FON me huele a “cuerno quemao”. Que sí, que muy bonito todo eso de la aldea global, pero después de haber asistido en primera fila a fiascos varios del calibre del UTMS, ya tiene uno los cuernos retorcidos.
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¿Quienes semos? El tinglado es iniciativa privada de un tal Martín Varsavsky, que se autodefine como “emprendedor y filántropo argentino” (¿a que acojona?), y que ya ha demostrado con anterioridad su amor incondicional por la humanidad obsequiándonos con Jazztel y Ya.com, entre otros.
Echo un vistazo rápido a la página web, y no me gusta. No me gusta nada. El producto se sirve disfrazado de revolución rusa (banderas, estrellas de cinco puntas, la gente en la calle, la comunidad esto, el movimiento FON lo otro...), en un claro intento de tocarnos la fibra sensible a todos aquellos que pensamos que el mundo debería cambiar. No sé a vosotros, pero a mí que me toquen tanto la fibra ya me está empezando a tocar las narices.
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Y es que últimamente todo está cargado de cinismo. Cada uno defiende sus propios intereses con discursos aparentemente nobles, pero a mí defender el uso del P2P y bajarse al disco duro un millón de euros en cine y música alegando libertad de acceso a la cultura me parece cinismo. Es como exigir que no te cobren los cubatas alegando el derecho básico a la alimentación. No quiero decir con esto que los precios actuales de CDs, DVDs, entradas de cine, etc. no me parezcan absolutamente abusivos (sobre todo en vista de la penosa calidad media) y el canon de la SGAE un impuesto revolucionario digno de cualquier mafia; pero de ahí a exigirlo todo gratis dista un largo camino que hay que recorrer con cuidado. Además, hay que delimitar bien dónde acaba la cultura y empieza el ocio.
El colmo del cinismo es montar un ISP basado en el “vosotros regaláis, ellos compran barato y yo toco las palmas”, publicitarlo mediante una campaña de marketing viral, ponerlo al servicio del actual gran hermano, e intentar hacernos creer que es una revolución desinteresada que cambiará el mundo.
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A ver si aprendemos la lección y la próxima vez que un espabilado dé el do de pecho solo se presenta su señora madre a hacerle los coros, mientras nosotros nos dedicamos a crear un mundo donde haya más libertad de la buena y menos de garrafón.
Clap, clap, clap, clap, clap... ovación cerrada, la crítica más sensata que he escuchado en mucho tiempo.
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Sospechoso: (Denúnciame)
Fichado el día 14 marzo 2006 a las: 10:19
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Realmente aun tengo la boca abierta!!
Por 14/3/06 2:03 p. m.
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